sábado, 24 de febrero de 2018

... y dice que es feliz



Sus dedos vuelan sobre el teclado y
su mirada está hundida en el monitor
mientras la relatividad del tiempo
se hizo dueña de su libertad.

Hijo, tienes hambre? dormiste bien?
son las preguntas de la madre
que necesita que el hijo la mire;
pero ya no está, ahora vive en la red.

En el parque brillan las flores
y en la fuente se hunde el sol de la tarde,
pero él le dio su vida a la máquina
y ya no hay vuelta atrás, ya no vive aquí.

Dice que es feliz y que le dejes,
que le dejes vivir su vida…



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